Cada flor tiene su propio significado, belleza, voz y movimiento, son capaces de trasmitir emociones y activar nuestros sentidos. A través de ellas se puede ver el paso del tiempo y apreciar los efímeros detalles de cada estación.
Me gusta que mis diseños se adapten a cada pareja, me baso siempre en la personalidad de cada uno y en la temporada en la que se casan. Integro en todos mis arreglos materiales recolectados en el bosque o en el campo y así consigo que cada boda sea diferente y tenga su toque especial.